Los Elegidos: el destino encantado.
Algunos dirán que escribir es juntar un par de palabras que muchos desconocen, ordenándolas de manera crativa logrando así que suenen bonito. Escribir, para mi, es encontrar la armonía de palabras que combinadas crean una secuencia perfecta que no había sido creada hasta el momento. Escribir es eso, es originalidad. Es convertir la lectura en una melodía que emociona la mente, permitiendo a la imaginación crear y desarmar sin ser reprimida, formando y desvaneciendo en la conciencia interpretaciones de una realidad inventada.
Cuando comencé a escribir esta novela tenía apenas trece años. Es hasta el día de hoy que releo mi obra y encuentro bien plasmados en ella pedazos de mi existencia. Puedo leer a través de las líneas aquel profundo deseo que anhelaba de pequeña, el poder dejar en el mundo una represetnación de mí, algo con lo que después de muerta y cuando ya el mundo me hubiese olvidado por completo, podría definir a Alejandra permaneciendo así, a lo largo de la historia, mi propia escencia expresada en palabras. Hoy veo mi propia obra convertida en una novela editada, cierro los ojos y todavía recuerdo la ilusión que nunsa se apagó en mi corazón, aquella que hizo que todo esto fuera posible.
En Los Elegidos: el destino encantado intento expresar que los héroes existen en cada uno de nosotros, y que son aquellos que creen tener el valor suficiente para realizar un cambio, los que finalmente serán “los elegidos” para salvarnos. Así, narrando las aventuras de dos jóvenes de 17 años plasmo en ellos la realización de deseos que creo pueden lograrse en la vida, uniendo el mundo que nos llena de ilusiones donde todos nuestros sueños se hacen realidad, el mundo fantástico, con el mundo real, donde en todos nuestros sueños, preferimos la fantasía. Ambos mundos fusionados son la combinación perfecta donde la mente y el alma, una con la otra, se dan la razón.
Gracias a este libro descubrí que los sueños, siempre y cuando sean luchados, pueden ser alcanzados.